QUE RUEDEN CABEZAS

Por si alguien tenía alguna duda de que esta Liga no es para el Barça, hoy se ha demostrado que no quiere ni merece ganarla. Salió el Betis anonadado al campo, algo que no tardó el crack, el pequeño gran hombre, Bojan Krkic, en aprovechar, tras recoger un rechace a disparo de Eto'o y driblar al portero en el área pequeña. Eto'o ponía de cabeza el segundo a pase de Bojan y nos las prometíamos muy felices. 0-2 y a la caseta. Y el Betis que había creado una sola ocasión en toda la primera parte.

Pero este Barça no merece defender los colores del club. Una defensa horrenda daba facilidades y el Betis sabía aprovecharlas tras poner en evidencia a Zambrotta (y ya van tantas veces...). Penalty tonto de Abidal (lo que nos faltaba, que Abidal también se nos duerma), para Valdés, pero en la misma jugada, Juanito empalma un cañonazo y empata el partido.

Quince minutos para el final y todos nos temíamos que el empate no sería remontable. Y vaya si teníamos razón. Entre el desconcierto general de unos jugadores con nómina estratosférica, sólo superada por la cara dura que tienen, otro disparo lejano, esta vez de Edu, y el 3-2 que sube al marcador. Rijkaard lo intenta remediar poniendo a Gudjohnsen (!!!). De ahí al final del partido, nada, sólo una parada de Valdés que evita una mayor humillación.

Esto ya es intolerable. Hace tiempo que sabíamos que no íbamos a ganar nada, pero ver a este equipo arrastrarse así por los campos de la parte baja de la clasificación es para echarse a llorar. Quiero que rueden cabezas ya. Empezando por Rijkaard, que ha perdido el partido casi solito con sus magníficos cambios y su nula capacidad de hacer reaccionar al equipo. Siguiendo por la zaga, horrible hoy, con un Zambrotta patético y un Thuram que necesita bastón para moverse. Continuando con el medio campo, inoperante, lento, sin ideas, sin capacidad de desbordar. Y terminando arriba, donde Henry sigue su retiro dorado en Can Barça. Aunque ya puestos, sigamos con Laporta y su púlpito privilegiado desde donde persigue su carrera política dejando de lado sus deberes para con el club.

Hemos tirado dos temporadas. Que empiece la revolución ya mismo, antes de que tiremos una tercera.